HIPOGRIFO

El hipogrifo es nativo de Europa, aunque ahora se encuentra en todo el mundo. Tiene la cabeza de un águila gigante y el cuerpo de un caballo. Puede domesticarse, aunque sólo deben intentarlo los magos con experiencia. Cuando se acercan a un hipogrifo, hay que mirarlo a los ojos, sin apartar la vista. Una reverencia mostrará que tenemos buenas intenciones. Si el hipogrifo devuelve el saludo, se puede acercar sin peligro. Esta criatura busca insectos, pero también come pájaros y pequeños mamíferos. Los hipogrifos construyen nidos sobre la tierra, donde ponen un solo huevo, grande y frágil, que nace veinticuatro horas. El polluelo estará listo para volar en una semana, aunque demora meses antes de que pueda acompañar a sus padres en largas jornadas de vuelo.